Skin Types

En AplØs, consideramos que para tener una mejor cuidado y nutrición es recomendable utilizar los productos de acuerdo a las necesidades de cada piel.

Por ello, te compartimos las características de cada piel para que puedas elegir mejor nuestros productos.

Normal Skin

• Textura suave y poros no muy visibles

• No es propensa a la sequedad ni a la oleosidad excesiva.

• Mantiene un equilibrio adecuado de hidratación y grasa.

• Rara vez experimenta brotes de acné.

Oily Skin

• Poros dilatados y visibles

• Propensa a la producción excesiva de sebo, lo que puede llevar a la producción de acné

• Puede lucir brillante o grasosa en la zona T (frente, nariz, barbilla)

Dry Skin

• Sensación de tirantez, áspera y descamación

• Poros apenas visibles

• Puede ser propensa a la sensibilidad y enrojecimiento

• Requiere hidratación constante

Mixed Skin

• Zona T (frente, nariz y barbilla) con tendencia a ser grasa.

• Mejillas y áreas circundantes tienden a ser secas o normales.

• Requiere un enfoque de cuidado equilibrado para tratar diferentes áreas.

Aunque mayormente conocemos las anteriores como los tipos de piel más “comunes” también existen los siguientes tipos de piel que requieren de productos más específicos.

Pieles sensibles

• Propensa a enrojecimiento, picazón, ardor o irritación.

• Reacciona fácilmente a productos o condiciones ambientales.

• Necesita productos suaves y específicos para pieles sensibles.

Piel madura

• Muestra signos de envejecimiento, como arrugas, flacidez y pérdida de firmeza.

• Necesita productos antienvejecimiento y de hidratación intensiva.

Piel Acnéica

• Propensa a brotes de acné, espinillas y puntos negros.

• Poros pueden estar obstruidos.

• Requiere productos y tratamientos específicos para el acné.

Es importante identificar tu tipo de piel para seleccionar los productos y rutinas de cuidado adecuados. Ten en cuenta que tu tipo de piel puede cambiar con el tiempo debido a factores como la edad, el clima y los productos que uses, por lo que es importante ajustar tu rutina de cuidado de acuerdo a las necesidades cambiantes de tu piel. Si tienes dudas sobre tu tipo de piel, un dermatólogo puede ayudarte a determinarlo y ofrecer recomendaciones personalizadas.